Manifestar un Nuevo Orden

Atravesamos, a mi entender, un tiempo muy valioso. Toda la energía y las experiencias vividas en el 2020 han contribuído a disolver las estructuras internas y externas con las que nos manejamos hasta aquí. En ese desarme todo se ha caído, nada es como era antes y eso nos dispone a atravesar vacíos, con todo lo que conlleva, para arribar al encuentro de un Nuevo Orden. Un Orden que está gestándose en nuestro interior, pero que se encuentra unido y guiado por el Orden que nos une al Todo y a todos.

A medida que se reestablece la Unidad en nosotros, y con ello, con el flujo que proviene de la Fuente creadora de todo, tanto el que recibimos del cielo , como el que nos llega de Gaia, nos convertimos en lo que estamos destinados a Ser: cocreadores de lo nuevo.

Guiada por esos primeros impulsos renovados y profundos, que también traen consigo la síntesis de todo lo recorrido, voy a empezar a compartirme.

El trabajo más intenso al que estuvimos llamados en el 2020, y que para muchos de nosotros seguirá por dos años más, es al de vaciarnos y purificarnos. Disolver y dejar caer, dentro y fuera, lo que no se sostiene en Verdad, Amor y Libertad. Es decir, lo que no nace dirigido por el Ser. Estamos en el purgatorio!!!

Cada uno, ahí donde se encuentre, sin compararse con nadie, está haciendo su trabajo de la mejor manera que puede. Es una experiencia nunca antes vivida, no tenemos referencia interna, por eso es importante ir pasito a pasito, respiración a respiración.

El alma, tanto de la mujer como la del hombre, ambos en cada uno de nosotros, está llena de registros, memorias, experiencias que la han hecho crear pensamientos, creencias, emociones, patrones y «realidades»que necesitamos disolver, para dejar que la energía que antes consumía la distorsión, regrese al Espíritu. En esa limpieza vamos renaciendo al Ser que siempre fuimos y diluyendo lo que creíamos ser. A medida que ese proceso se profundiza, los dones, el poder interior, la sabiduría y el potencial original, las inspiraciones más auténticas, las motivaciones más puras, y con esto, el aporte singular que cada uno tiene para hacer en esta etapa, se irán manifestando. Con esto, se materializa la manifestación del Ser en la Tierra.

En el proceso de manifestación del Ser en la tierra el cuerpo cobra mucha importancia. Es la vasija, el vehículo a través del cual el espiritu hará la experiencia de anclar su energía en el plano de la materia. Por eso escuchar lo que te pide, lo que necesita, es clave.

En ese proceso percibirás que la tierra, con su belleza, te llama a mirarla y a sentirla de una nueva manera. Podrás encontrarte acompañado por el canto de un pájaro, acariciado por el viento, alentado por el sol, purificado por la lluvia. Gaia, con su amor incondicional, nos hace saber que está con nosotros, en este inmenso desafío.

Descubro, paso a paso, de qué se trata esta etapa del proceso, por ahora te puedo compartir que el descanso, toda vez que el cuerpo lo pide, el contacto con la naturaleza interna que se unifica con la externa, la alimentación alcalina y liviana, la actividad física consciente y placentera, la presencia plena en el ahora, la actitud lúdica y el abandono total de expectativas, metas y planes me están sirviendo un montón. Con esto logro sacarle el último intento de falso poder a la mente y acompañarla en su proceso de rendición al corazón. Esto me permite unificar la voluntad humana a la voluntad del Ser y al Orden Universal.

Me gustaría mucho saber de vos, si sentis ganas de compartirte.

Te cuento que por ahora, sigo acompañando estos proceso a través de las lecturas. Esta tarea solo puede realizarse de manera individual, con este trabajo se iluminan y se disuelven los patrones que sostienen la creación distorsionada e ilusoria y se activa y despierta el potencial original del Ser.

También estoy acompañando proceso en madres y padres, cuyos hijos están expresando y manifestando, de manera muy virulenta, lo que busca ser transformado en el sistema familiar para que este y las personas que lo componen, encuentren un orden más vital, orgánico y genuino.

Y estoy iniciando un grupo de investigación muy profunda sobre: fobia social, autismo, hiperactividad, depresión infantil, euforia, frenetismo, falta de sentido, deficit de atención, entre otras enfermedades nacidas de la mente. Todas manifestaciones del alma en su experiencia como hombre. Compruebo que estas conductas son expresiones de patrones mentales que se crearon por fuertes traumas en la gestación o en los primeros años de vida. Estos mismos patrones están presentes en los padres solo que más camuflados. Cuando una generación no se responsabiliza de la sanación que le corresponde, le pasa a la próxima la tarea. La nueva generación lo manifestará de manera más visible. Ese es su servicio al legado.

Hay mucho que en los niños y los jóvenes se cura y se resuelve, cuando nosotros, madres y padres asumimos el compromiso de curarnos a nosotros mismos.

Con Amor

Carina

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